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ESTAMBUL ISTAMBUL

MPC

La ciudad turca, Constantinopla, aunque pocos recuerdan que un día se llamo así. Mientras la recorres te das cuenta de que sigue siendo la gran puerta entre Oriente y Occidente. Una ciudad en la que se mezcla lo antiguo, a lo que ahora denominan algunos vanguardia, y lo nuevo. Un lugar que recoge cuatro culturas que han convivido a lo largo de la historia desde Bizancio y Constantinopla.

El corazón de Estambul se encuentra en Santa Sofía, primer destino de nuestro recorrido. Fundada como cristiana y convertida en mezquita en el siglo XV, se alza sobre la ciudad como un gran símbolo de la arquitectura bizantina.

A penas 100 pasos separan Haiga Sophia de la Mezquita Azul. Así que caminamos escuchando el canto del rezo musulmán hasta llegar a la entrada a la mezquita, te descalzas, cubres tu cabello y te adentras en un espacio cubierto por 21.043 azulejos en honor al ‘Sultán Ahmet’ . La mezquita fue construida en el espacio donde antes se encontraba el hipódromo de Constantinopla, del cual sólo se conserva un obelisco.

Continuamos hacia el Palacio de Topkapi. Durante los años del Imperio Otomano era el centro de actividad en la ciudad. Una vez estamos dentro visitamos el harem, lugar de reposo de las esposas del sultán. Se trata de un auténtico laberinto en que atraviesas un dormitorio tras otro, hasta finalizar de nuevo en los jardines del palacio.

Ya de noche, cruzamos el puente de Gálata para terminar en el barrio de Beyoglu, tomando la calle más animada de la ciudad, Istiklal Caddesi, de más de 1 km de longitud, repleta de bares y restaurantes que resucitan cada noche.

Comenzando un nueva día optamos por tomar un ferry hacia la costa asiática. El olor a canela nos acompaña durante todo el trayecto, el cual proviene de la leche caliente que están sirviendo a la gente sentada a nuestro lado. Ya una vez en tierra nos sorprendemos del contraste entre las dos costas. Llegamos al caos, edificios altos, coches, masas de personas caminando en distintas direcciones…definitivamente sí, nos encontramos en Asia.

De vuelta a Europa, nos preparamos para el divertido regateo en el Gran Bazar. Joyas, pieles curtidas, sedas y cerámicas otomanas se convierten en un atractivo para todos los turistas. Para rematar las compras cogemos el tranvía hacia Kumpaki y visitar el Mercado Egipcio o Mercado de las Especias.

Saliéndonos un poco del recorrido que marca la guía, atravesamos el barrio judío, con sinagogas situadas en viviendas comunes, hasta llegar a San Salvador en Chora. La iglesia que fue convertida en mezquita nos muestra hoy en día una serie de mosaicos que fueron descubiertos al reabrir la mezquita como museo.

Una actividad obligatoria de este viaje es realizar un paseo en barco por el Bósforo. Seguimos encontrando más maravillas de esta ciudad, como el Palacio de Dolmabahçe o la fortaleza otomana de Rumeli. Ya no es sólo el encuentro con monumentos que nos muestran la rica historia de Estambul, sino seguir observando el contraste de la ciudad, la mezcla de distintos estilos, distintas culturas, que te hacen desear que el viaje nunca se acabe. Estambul es un ‘destino misterioso’ que nunca se resolverá, una lugar que nunca esperas que te pueda enseñar tanto hasta que te adentras en él.

 




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